Creemos que estás en medio de nosotros, Padre, y en nuestro interior;
creemos que el Espíritu de tu Hijo nos impulsa.
Te pedimos que no dejamos de estar abiertos al Espíritu,
y que sepamos escuchar sus insinuaciones.
Que venga sobre nosotros tu Espíritu
que nos ayude a conocer más a tu Hijo
a través de la Palabra que ahora escucharemos.
1. LEE…
¿Qué dice el texto?
Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.
Texto (Mt 22, 34-40)
En aquel tiempo cuando los fariseos oyeron que Jesús había tapado la boca a los saduceos, se reunieron, y uno de ellos, doctor en la ley, le preguntó para tentarlo: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el principal y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se resume toda la ley y los profetas».
Comentarios:
La tercera cuestión responde a una preocupación especialmente sentida en el grupo de los fariseos y maestros de la ley. El estudio de la ley de Moisés les había llevado a deducir de ella una serie interminable de seiscientos trece preceptos y normas de comportamiento. Ante la imposibilidad de recordar y practicar todos sus preceptos, surgió la pregunta que ellos mismos se hacían y que ahora plantean a Jesús: ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? La respuesta de Jesús supera de nuevo el estrecho horizonte del planteamiento que le hacen, y se sitúa al nivel de las opciones profundas… va a la raíz. No se trata de ver cuál de los mandamientos es el más importante, sino de buscar el origen de todos ellos. Jesús propone dos claves: amar a Dios y amar al prójimo. Toda la ley y los profetas se fundamentan aquí. En el pasaje paralelo de Marcos (Mc 12, 28-34), Jesús y el maestro de la ley se dirigen una mutua alabanza. Sin embargo, Mateo ha suprimido esta conclusión para que aparezca más claramente el enfrentamiento entre Jesús y sus adversarios, que es reflejo del que vive su comunidad con respecto al judaísmo. También aprovecha esta enseñanza de Jesús para recordar a los cristianos de su época la importancia de vivir en la práctica el mandamiento del amor como opción fundamental del cristiano.
2. MEDITA…
¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Sugerencias:
“Jesús deja entender que el mandamiento más grande, más importante, “primero”, es el que otorga significado a todos los otros”
“Jesús no nos invita a mirar códigos, nos invita a mirar el amor del corazón.”
– “Dios es amor”
– “Tu Reino es vida”
3. CONTEMPLA Y REZA…
¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Sugerencias:
Que mi amor a ti, Señor, se exprese en todas
Las personas en las que te escondes.
.4. ACTÚA…
¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?
5. COMPARTE…
Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.
6. DA GRACIAS…
Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.
Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra.
Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo, Jesús,
y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.
Fuente Oración: Evangelio al dia 2020 Ed. CCS