El Piso Inma Bernal es el primer recurso residencial de este tipo para la fundación FISAT, que junto a la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas (CEPSS) iniciaba su andadura en la atención y acompañamiento a personas refugiadas. Pero este piso ha sido mucho más para la Plataforma de Educación Social (PES) en Cartagena, ha sido la materialización de una aspiración desde los inicios de la plataforma social con Inma Bernal al frente. En su memoria, este hogar para jóvenes que llegan a España buscando un futuro, lleva su nombre.
“Aunque el proyecto Inma Bernal es un proyecto joven y único dentro de la fundación FISAT, creo que ha conseguido en poco tiempo asentar principios básicos de la intervención social y más concretamente, del ambiente salesiano. Teniendo como pilares fundamentales la acogida, la cercanía y el sentimiento de familia y hogar. Así como la apuesta por la promoción de la persona, respetando tiempos y situaciones, y la confianza en las posibilidades de cada joven. Todo ello, generando vínculos afectivos entre todos los agentes implicados”, Rubén Aliaga es el coordinador del piso.
La aspiración de este proyecto es sencilla y a la vez muy compleja: “El principal objetivo del Proyecto Piso Inma Bernal es el de intentar “ser hogar” para todos los jóvenes que han pasado por él. Un hogar que huela a respeto, a confianza, a ternura, a comprensión, a compromiso, a alegría, a esperanza… Un hogar que sirva de base y de trampolín para conseguir una autonomía”, explica Rubén.
Para el equipo educativo la experiencia de este camino recorrido es positiva. David Barqueros es el director de la PES de Cartagena: “El balance de este proyecto a nivel de plataforma social y de casa salesiana es muy positivo en estos tres primeros años de andadura. Todos los chicos que han pasado por él hasta ahora -que han sido un total de 15- han dejado su huella, de alguna u otra forma. Ha habido alguna experiencia menos satisfactoria, pero que con el tiempo valoramos como positiva para el crecimiento del proyecto, y que nos ha hecho conocer realidades de países que están sufriendo verdaderos dramas, con historias de vida muy difíciles, y de los que a Europa llega poca o ninguna información”.