Amigos y amigas:
El Papa Francisco nos ha entregado el mensaje de la quincuagésima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Este año ha invitado a Comunicar con Misericordia, afirmando: “Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos. El amor, por su naturaleza, es comunicación, lleva a la apertura, no al aislamiento(…), las palabras pueden construir puentes entre las personas, las familias, los grupos sociales y los pueblos. Y esto es posible tanto en el mundo físico como en el digital”.
La invitación a comunicar con misericordia es abierta y universal, viene ofrecida sea a la Iglesia como a la gente de buena voluntad, a la diplomacia y a la política, a los pueblos y a los diversos grupos sociales. La comunicación de la misericordia no conoce límites, porque depende de la calidad de las personas, de su capacidad de escucha, de aceptación, de compartir, no de los medios: “También los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros pueden ser formas de comunicación plenamente humanas. No es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición. Las redes sociales son capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad”.
Finaliza su mensaje dejando ver algunas de sus líneas de pontificado como la cultura del encuentro, la centralidad de la persona, la Iglesia en salida: “La comunicación, sus lugares y sus instrumentos han traído consigo un alargamiento de los horizontes para muchas personas. Esto es un don de Dios, y es también una gran responsabilidad. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad». El encuentro entre la comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra”.
Deseo a todos una buena reflexión y aplicación del mensaje del Papa a la vida personal, familiar, comunitaria, laboral y social. Les saludamos, como siempre, todos los miembros del Dicasterio para la Comunicación y les deseamos una feliz fiesta de San Francisco de Sales y de San Juan Bosco, dos grandes comunicadores de la misericordia de Dios a los jóvenes y a las personas más necesitadas.
Cordialmente:
P. Filiberto
Consejero General para la Comunicación Social