La Escuela de Animación Juvenil Don Bosco de la Comunitat Valenciana ha organizado el 73 curso para nuevos animadores a lo largo de la primera semana de agosto, con la colaboración de un equipo de 16 educadores. Los alumnos participantes provenían de los centros y asociaciones juveniles de las tierras valencianas y también de la Región de Murcia y Aragón.
“Se trata de formar educadores con sentido e identidad propia -ha declarado Nacho Beltrán, director de la Escuela- porque estamos convencidos de que ser animador es más importante que hacer de animador”. Es por ello que las asignaturas y la convivencia durante estos días han tenido el inconfundible sello de la escuela salesiana: alegría, valores humano cristianos y excelente nivel en los contenidos impartidos.
Entre las asignaturas pueden destacarse las de dinámicas de grupos, socorrismo, aire libre, acompañamiento, valores y pedagogía del juego. Todas impartidas convocando a la participación, el diálogo y la implicación de los alumnos. Se trata, en suma, de que el joven destinatario se convenza de que él mismo es una ventana abierta a un mundo para el que viene a formarse, y de que él mismo es una ventana abierta de par en par a los otros.
