Durante el fin de semana del 12 al 14 junio Salesianos La Almunia de Doña Godina celebró uno de los acontecimientos más numerosos y emotivos en cuanto a antiguos alumnos se refiere. Éstos corresponden a aquellos alumnos que estuvieron en el colegio de 1975 a 1980.
Una generación muy importante en la vida del colegio y del pueblo de La Almunia, ha tenido la oportunidad de recordar, el colegio, las instalaciones, los cambios del pueblo y ante todo los cambios físicos de ellos mismos después de 35 años o más sin verse. La gente se ha desplazado de provincias tan lejanas como Asturias, León, Palencia, Burgos, Murcia, Alicante, Barcelona, Madrid, etc.
La concentración ha sido realizada gracias al empeño de un antiguo alumno leonés afincado desde 1975 en La Almunia, llamado Carlos Álvarez. ha realizado un trabajo de recuperación de fotografías de la época, con el apoyo incondicional del salesiano Frumencio Sobejano. Durante todo un año, se ha ido localizando a los antiguos alumnos, alcanzando una cifra superior a los 300 gracias a las nuevas tecnologías whatsapp y facebook, lo que ha facilitado en gran medida el trabajo de recogida de datos.
El viernes comenzó el encuentro compartiendo las primeras anécdotas. El sábado empezaron el día con una gran misa en la Iglesia de la presencia salesiana presidida por el director Jesús Oteo y concelebrada por los antiguos directores, Fernando Ría y Félix Piérola, siendo muy emotivo volver a oír el órgano comprado en aquellos años y tocado por el ex-alumno Serafín Latorre.
A lo largo del encuentro los compañeros visionaron fotografías de la época, visitaron los diferentes talleres, tomaron algunas fotos de grupo. En el teatro, los salesianos dirigieron un saludo a los presentes y se presentaron una serie de imágenes históricas de los talleres, las fiestas de San Juan Bosco, y María Auxiliadora, los diferentes deportes (fútbol, balonmano, vóleibol, baloncesto…) así como las excursiones y visitas a diferentes lugares. Toda esta generación guarda un gran recuerdo de la casa de los salesianos de Cosuenda, donde las convivencias entre ellos y los profesores, les unieron de por vida.
La comida, sencilla y amena, finalizó con un paseo por la ciudad. Los que llegaron de más lejos continuaron el encuentro con una cena. El domingo 14 Junio, después de un desayuno, todos retornaron a sus lugares de origen, siendo sus sentimientos y valoración algo extraordinarios.
