Don Leoncio Vegas Gil, medio siglo de amor sin medida

9 febrero 2015

Se llama Leoncio Vegas Gil. Don Leoncio. Su corta estatura es argumento recurrente con el que a menudo evidencia su buen humor, si bien quienes tienen la inmensa suerte de conocerlo, saben que es un gigante de espiritualidad salesiana. Humano como el primero, a poco que le tratemos, descubrimos un corazón bondadoso, noble y limpio, alegre, enamorado de María Auxiliadora, siempre dispuesto, atento en todo momento a las necesidades de los demás. 

Como buen salesiano de Don Bosco, gusta rodearse de personas de todas las edades, en especial, niños y jóvenes, entre quienes propaga a diario Evangelio y Eucaristía. De carácter sencillo, humilde y sensible, difícilmente puede contener las lágrimas cada vez que recibe muestras de amor y cariño por parte de cuantos disfrutan de su persona. Don Leoncio es bueno. Buena persona. Buena gente. Es, sobre todo, Salesiano.

Su ministerio sacerdotal alcanza medio siglo. Cincuenta años repletos de prosperidad pastoral a mayor gloria de Dios Padre, que tuvieron punto de partida en la sevillana Basílica de María Auxiliadora. A las nueve de la mañana del 13 de diciembre de 1964, el Excelentísimo y Reverendísimo Señor Doctor Don Carlos Pérez, Arzobispo Salesiano de Salta (Argentina), le confirió su Ordenación Sacerdotal. Cantó su Primera Misa Solemne, el 22 de diciembre en la Iglesia Parroquial de Martiago (Salamanca).

A la hora del Ángelus del pasado 7 de febrero, la bendita capilla del precioso y familiar Oratorio Festivo “Padre Torres Silva”, se quedó pequeña para acoger tantas personas, familias al completo, venidas de distintos puntos de nuestra geografía, que no quisieron perderse aquella inolvidable Misa de Acción de Gracias, que Don Leoncio compartió con don Francisco José Pérez Camacho en su calidad de representante del señor Inspector, don Antonio Fernando García Reyes, su actual director, hermanos de comunidad y salesianos procedentes de otras Casas. Don Santiago María Gassín Ordóñez (antiguo alumno del Oratorio Festivo), hoy destinado en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, envió un emocionado y sentido saludo. Al término de la celebración, cuantos asistieron a la misma, pasaron a besar las manos benditas de quien celebraba tan irrepetible acontecimiento.

La jornada terminó con un almuerzo al que asistieron un centenar de personas. A los postres, se proyectó el audiovisual dedicado al homenajeado, original de don Sergio Sánchez de Gomar, cuyo enlace figura al final. Para concluir, el director titular del Oratorio, don Juan José Jiménez Zarco, pronunció un entrañable discurso de clausura en el que dio gracias a Dios por la persona de don Leoncio, a quien pidió continuara durante muchos años haciendo tanto bien entre los miembros de la comunidad educativo-pastoral de la Casa. Como recuerdo de la jornada, recibió otra muestra de gratitud y cariño materializada en la artística réplica de la espadaña que corona el Oratorio salesiano, realizada por don Juan Manuel Toro Garvín.

Don Leoncio Vegas Gil, fiel servidor de la Congregación Salesiana, ha prestado servicios en las Casas de Utrera (1952), Sevilla-Triana (1954), Posadas (1958), Sevilla-Triana (1962), Sanlúcar La Mayor (1963), Utrera (1964), Sevilla-Universidad Laboral (1965), Carmona (1966), Mérida (1967), Morón de la Frontera (1970), San José del Valle (1977), Puebla de la Calzada (1984), La Línea de la Concepción (1989), Algeciras (1993), Jerez de la Frontera-Oratorio Festivo “Padre Torres Silva” (2005), donde se encuentra destinado en la actualidad.
 
 

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